Implementación de NTICS para apoyar el proceso de evaluación de la asignatura de computación en décimo grado de educación general básica (EGB) en el Colegio Militar Nro. 10 “Abdón Calderón” de la ciudad de Quito

Abstract

La evaluación es sin duda uno de los problemas más complejos y sensibles para los docentes, en especial cuando está asociado con asignación de notas, corrección de trabajos, elaboración de pruebas y exámenes, está claro que no es solo la cuantificación de conocimientos aprendidos para la determinación de calificaciones, ni siquiera la apreciación de conductas cognoscitivas, afectivas y psicomotrices adquiridas de un cierto contenido programático (Saavedra, 2001), sin lugar a dudas es uno de los mayores desafíos a los que se enfrentan los docentes. Según (Lukas, 2014, pág. 87) etimológicamente el término <<evaluación>> “procede del latín valere, que significa la acción de tasar, valorar, justipreciar, es decir, en definitiva el atribuir cierto valor a una cosa. Aunque el origen etimológico de la palabra no concuerda en ambas concepciones, su significado es bastante equivalente, al examinar las descripciones relacionadas con la evaluación del aprendizaje se puede rescatar las siguientes: Según (Garza, 2006, pág. 807) la evaluación “conduce a un juicio sobre el valor de algo y se expresa mediante la opinión de que ese algo es significativo. Se llega a este juicio calificando qué tan bien un objeto reúne un conjunto de estándares o criterios”. Por lo tanto debe tener claro los criterios que van a conducir el proceso, qué valores y con qué fines se va a juzgar el objeto a evaluar, sin embargo no basta con emitir un juicio de valor con respecto al aspecto en cuestión, sino que es necesario además que la evaluación nos muestre que se puede hacer una vez que hemos constatado como es o como está ese aspecto a evaluar (Porto, 2005, pág. 64). Según (Mogollón, 2004, pág. 46) la evaluación es un proceso cuyo “seguimiento es de suma importancia para los actores del mismo. Es por ello, que la evaluación debe ser planificada, debe valorar y recolectar datos que le permitan al estudiante y al docente mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje”. Partiendo de estos datos recolectados se deberá tomar decisiones de carácter pedagógico y metodológico por lo tanto la evaluación según (Blanco, y otros, 2010, pág. 92) es “un elemento más del proceso formativo, con la característica de ser orientadora e informativa para el docente, el alumno y la familia”.