Resumen:
La presente investigación pretende indagar la situación de los docentes, en su salud afectiva,
biológica-somática y social a partir de la promulgación de la Ley Orgánica de Educación
Intercultural en el enfoque de derechos. Es generalizada la inconformidad de los docentes
frente a los derechos de los estudiantes; muchas veces se manifiesta, que hoy más que nunca,
no se les puede exigir o corregir la indisciplina y el cumplimiento de sus tareas. En algunos
conflictos escolares, que han contado con el respaldo de los padres de familia, los docentes
han salido mal librados.
La profesión de docente, es una de las labores más notables que ha existido en la sociedad.
Los buenos maestros siempre fueron respetados y considerados por toda la comunidad
educativa; y en cuya reciprocidad hubo mayor vocación, dedicación en el arte de la enseñanza
a los niños y jóvenes.
Tal era la confianza y la estimación a los docentes que los padres de familia entregaban su
potestad en relación a sus hijos para que controlasen con firmeza las inadecuadas actitudes de
los jóvenes; época cuando los Maestros tenían un grado de autoridad. Padres e hijos, con el
tiempo, eran muy agradecidos con ellos. De pronto la situación escolar cambia, el centro del
estatus escolar es ocupado por los estudiantes. Hoy por hoy, legal o no legal, considero, que
los estudiantes en ocasiones han abusado de la nobleza del docente, causando malestar y
perjuicio a la imagen del mismo.
Este es el punto crucial de la investigación, se desea conocer, por un lado, ¿cuál es la situación
de los docentes en su aspectos: psicológico, biológico-somático y social; y la naturaleza del
contenido de la Ley de Educación Intercultural: ¿en qué incide?, ¿cuáles son sus
consecuencias? y ¿Qué que decisiones se deben tomar?
Toda la legislación relacionada con los derechos de los estudiantes ha incidido directamente
en el comportamiento estudiantil.
En los colegios, un buen porcentaje de alumnos carecen de motivación por los estudios y
mantienen poco interés para continuarlos. Esta situación desarrolla un conflicto creciente entre
docentes, estudiantes y padres de familia que a todos les va afectando. Los síntomas que se ha
venido viendo mayoritariamente se relacionan con el afecto. No deja de mirarse docentes
agotados, desgastados, desmotivados, estresados, entre otras afecciones.
A esta situación se suma el clima agresivo de los estudiantes con sus docentes, aquellos que en
muchos de los casos. Se encuentra frecuentemente estudiantes adictos a los celulares, a la
informática y por ende a las redes sociales.