Resumen:
La presente disertación tiene como temáticas las humanidades médicas y la medicina
narrativa, su objetivo es comprender cómo estos dos campos de estudio, movimientos,
disciplinas o constructos teórico-prácticos heterogéneos, contribuyen a la educación
médica. Para esto se hace una investigación cualitativa con un enfoque constructivista,
hermenéutico, autobiográfico y con una metodología de estudio de casos colaborativo,
que permite indagar en los casos estudiados, dos carreras de medicina, de la Pontificia
Universidad Católica del Ecuador y de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali, cada
uno de los procesos de enseñanza-aprendizaje que hacen parte de los componentes
curriculares relacionados con las humanidades médicas y la medicina narrativa y cómo
estos contribuyen a la formación integral de los médicos.
Se realizan entrevistas a profundidad, un grupo de discusión y observación participante,
así como la revisión bibliográfica de la literatura especializada sobre estos temas, y la
revisión documental de las unidades de análisis de los casos que incluye principalmente
la revista Medicina Narrativa y los planes de estudio de las dos carreras. Lo que se
intenta hacer en definitiva es aportar con ciertos elementos teóricos novedosos para la
formación de los estudiantes de medicina, pero también se ensaya construir un modelo
conceptual sustentado en las teorías de las humanidades médicas y la medicina narrativa
y en las teorizaciones que se puedan hacer de las prácticas educativas que se dan en los
contextos de ambos casos.
Del caso de la Carrera de Medicina de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali, que
representa a la medicina narrativa en este trabajo, se pudo observar que la gran
importancia otorgada a las humanidades en el proyecto educativo institucional, permitió
el advenimiento de iniciativas interdisciplinarias que finalmente dieron paso, en este
contexto particular, a la creación de la revista de Medicina Narrativa y posteriormente a
la asignatura de este mismo nombre. El desarrollo de este enfoque de la medicina
narrativa propio de un grupo de docentes de esta carrera tiene unas características
singulares que pueden ser abstraídas con el fin de crear una teoría pedagógica y un
modelo de formación.
De la compresión de su actividad y sus experiencias, así como de los procesos de
enseñanza- aprendizaje que llevan a cabo, hemos descubierto que las contribuciones de la medicina narrativa a la educación médica se pueden dividir en tres facetas: la
medicina narrativa como instrumento clínico, la medicina narrativa como expresión
catártica y la medicina narrativa como realización humana-estética (sensible). Dentro
del componente clínico, la medicina narrativa puede ser útil para entrenar el juicio
abductivo y narrativo, y para disponer a la escucha atenta. Además, en la relación
médico-paciente, la medicina narrativa puede ser de ayuda para generar perspicacia
narrativa, ejercitar la imaginación narrativa y predisponer a la empatía, todo lo que
indudablemente mejora esta relación.
Por otro lado, dentro del componente de la catarsis, lo que este grupo ha comprendido
es que es posible recurrir a la escritura como un medio para la expresión de conflictos
no resueltos que pudieran generarse por las experiencias difíciles que tienen que
confrontar los estudiantes de medicina. Finalmente, y como síntesis de todo lo anterior,
el grupo concibe a la medicina narrativa como realización humana-estética (sensible),
un vehículo potencial para desarrollar la creatividad, prevenir la insensibilidad y la
disminución de la empatía en los estudiantes y para re-humanizar la práctica clínica.
Por su parte, del caso de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica
del Ecuador se puede concluir que su énfasis por buscar un modelo bio-pscio-social de
la salud y la enfermedad; que en el currículo se concreta como un eje programático
Psico-social, y en el plan de estudios con asignaturas que pueden ser parte de las
humanidades médicas, pero que corresponden específicamente a las ciencias sociales
como la Antropología Médica y la Antropología Social, ha posibilitado una
comprensión distinta de las contribuciones de estas disciplinas a la educación médica.
El principal aporte que ha se puesto de manifiesto del estudio de este caso, ha sido el
revelar a la medicina como sistema cultural, haciendo que las nociones de cultura se
reflejen en la propia profesión, o lo que es lo mismo, que los estudiantes comprendan su
cultura profesional como un grupo de valores, normas y comportamientos que
determinan sus prácticas.