Resumen:
La protección de los derechos de pueblos que se encuentran en situación de aislamiento -sea como una manera de sobrevivir a los bruscos efectos del contacto, o sea por un rechazo frontal a las realidades de nuestras sociedades modernas- es posiblemente uno de los hitos y las deudas pendientes de las todas las democracias y los países en general.