Resumen:
Carrión se aparta de los escritos que antes abordaron la conquista al no asumirse como la voz de los vencidos; afirma que la colonización no ha terminado, que de una u otra manera, todos son los continuadores de ese proceso, pues llevan adentro a Calibán y a Próspero encadenados. Quienes han leído su obra previa se verán sorprendidos por los quiebres de registro a lo largo del libro, que marca el enfrentamiento del poeta con la historia y sus ficciones -la única pelea que le restaba asumir desde la lírica-.