Resumen:
En los últimos años la problemática de las políticas culturales está siendo fuertemente invocada en distintos países, tanto desde las instituciones responsables de la administración pública de la cultura, como desde numerosos agentes involucrados en la gestión del sector. A nivel internacional diversas organizaciones exponen una preocupación similar, como puede apreciarse en la Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales, ratificada por UNESCO , y en la Carta Iberoamericana de Cultura, aprobada por la OEI y la Secretaría General Iberoamericana. Lo mismo puede decirse con relación a numerosas actividades promovidas por la Comisión Interamericana de Cultura de la OEA, por el Convenio Andrés Bello y por el MERCOSUR. También los grandes bancos han mostrado un renovado interés por la cultura y sus políticas, como puede apreciarse en la realización de foros de debate sobre
cultura y desarrollo, y en la apretura y concesión de líneas de financiamiento específicas por parte del Banco Mundial y del BID.