Resumen:
En 1979 el triunfo de la revolución en Nicaragua marcó una nueva etapa en el desarrollo de la educación popular. En una época en la que el continente se enontraba sometido a regímenes dictatoriales en muchos de sus países, la esperanza del cambio renacía y el carácter tan particular de dicho proceso revolucionario, generó un espacio inédito para el desarrollo de la educación popular. Efectivamente, por primera vez esta corriente era invitada a asumir retos de envergadura nunca antes demandados. Se trataba de asumir, desde sus presupuestos y propuestas, la elaboración de políticas públicas en materia educativa, de vivienda, de salud y de fortalecimiento de las organizaciones sociales, entre otras, a nivel nacional.