Resumen:
La familia ha sido, es y será el fundamento y célula de la sociedad. Es también el
pilar del desarrollo y sobre la que se cimienta la Iglesia de hoy. El modelo de
Familia de Nazaret es la inspiración de los valores que la Pastoral eclesial desafía
a los nuevos retos.
La familia es aquella que corresponde a la realidad del ser humano en la sociedad
y la iglesia. La familia es verdadera cuando las personas que la construyen
cotidianamente encuentran y viven una realidad que corresponde a sus deseos
humano-cristianos más profundos y que, interactúan entre sí.
Es la realidad del propio ser, puesto en relación a sus miembros, y en cuanto al
don de la vida hacia otras personas humanas. La identidad de la familia está
enteramente encerrada en esta formulación. En ella encontramos cuatro
grandezas o elementos humanos: la relación (o reciprocidad), la capacidad
generativa (nuevas personas humanas), el don. La cualidad de la familia está
constituida por dos relaciones fundamentales, la relación matrimonial o de la
pareja y la relación parental o de los padres-hijos, así como de la conexión de
derecho inseparable entre las dos relaciones mencionadas.
En este sentido y tomando el modelo de la Familia de Nazaret desarrollo este
proyecto como propuesta concreta, teniendo en cuenta sus elementos
inspiradores como modelo de vida y proyección a la sociedad. Donde el Sumak
Kawsay toma también un papel inspirador, de esta manera el proyecto no es solo
una solución habitacional para cumplir una necesidad-demanda; sino que fragua
todos los elementos que hacen y dignifican al ser humano en el vínculo familiar