Descripción:
Según diversos teóricos, como Foucault (1995), Laqueur (1990), Butler (2002), y otros, señalan que existe un interés supremo de diversos agentes sociales, por controlar la sexualidad como un modo de organización social. Para efectos de esta tesis nuestra mirada estará centrada en dos agentes: el Estado y la comunidad. Sin embargo, cabe señalar que el presente debate, se encuentra cruzado no solo por elementos de carácter discursivo instalados en el imaginario colectivo, sino que igualmente se encuentra intimamente ligado al racismo y exlusión como parte de una historia de segregación. Por lo tanto, se busca evidenciar el desplazamiento discursivo del Estado basado en una retórica multicultural, ausente de intervención. La intervención del Estado llega a través de las politica de salud, y la implemntación de un nuevo modelo de atención denominado “integral”. Este modelo de atención, instrumentalizado se vale de ciertos dispositivos de poder, para alcanzar, controlar e intervenir, tanto la sexualidad como los cuerpos de las mujeres indígenas, por la vía de la maternidad. Sin embargo, la comunidad también se configura como un agente activo de este control hacia las mujeres y su sexualidad. La oferta dela comunidad en este sentido es la ruta privada de salud, que es la atención comunitaria del parto. Para finalizar debo señalar que existen diferentes fuerzas discursivas que provienen de distintos agentes, que incitan y que de algún modo obligan a las mujeres indígenas a ejercer la maternidad. Sin embargo, ninguno de estos agentes se presenta como una alternativa válida, que mejore o dignifique el bienestar de la mujer indígena rural, producto de su maternidad.